Para que todo funcione bien en la vida, es esencial mantener un equilibrio: desde la alimentación y el ejercicio, hasta la presión de los neumáticos, el balance entre trabajo y ocio, y también la gestión y el uso del crédito.
¿Tener más tarjetas de crédito significa tener un mejor historial en el Buró de Crédito? Para poder responder a la pregunta, debemos considerar varios escenarios, ya que existen diferentes perfiles de personas:
Escenario 1: La persona nunca ha solicitado ni obtenido un crédito y, por lo tanto, no tiene un Reporte de Crédito en el Buró de Crédito. ¿Le conviene a esta persona pedir y obtener crédito? La respuesta es sí, siempre y cuando pueda pagar. Es más sencillo otorgar créditos a personas con algún historial crediticio que se pueda evaluar, ya que dar crédito a alguien sin antecedentes es más arriesgado.
Alguien nuevo en el mundo del crédito podría empezar con créditos pequeños: una tarjeta de crédito, una tarjeta de tienda departamental o de autoservicio, un plan de telefonía celular, televisión de paga, préstamo personal o de nómina, entre otros ejemplos.
Para que estos créditos contribuyan a generar un buen Reporte de Crédito que le permita acceder a créditos mayores, el acreditado debe pagar al menos el monto mínimo requerido y hacerlo puntualmente.
Escenario 2: La persona ya cuenta con créditos y tiene la suficiente solvencia económica para adquirir más compromisos crediticios. Al tener créditos, dispone de un historial en el Buró de Crédito donde se registra la información proporcionada por los otorgantes de crédito, quienes reportan regularmente sobre el estado de los créditos. La gestión adecuada y el pago puntual de diversas líneas de crédito generarán confianza en los otorgantes para continuar prestando, siempre y cuando el nivel de endeudamiento sea manejable en relación con los ingresos. Por lo tanto, si el cliente ya tiene un exceso de créditos y no puede asumir más compromisos financieros, sería prudente cerrar aquellos créditos que no utiliza o que ya no son necesarios, para así liberar espacio y poder adquirir nuevos compromisos de manera responsable.
Escenario 3: La persona ya tiene créditos pero enfrenta problemas para pagar a tiempo o incluso no cumple con el pago mínimo. En este caso, si la persona muestra retrasos o incumplimientos en sus pagos, será más difícil que los otorgantes de crédito confíen en proporcionarle financiamiento, ya que el riesgo de incumplimiento se vuelve elevado. Incluso si obtiene un nuevo crédito, podría ser en condiciones menos favorables debido al riesgo que representa su historial crediticio.
¿Mejorará su historial crediticio si asume una nueva responsabilidad crediticia en esta situación? Si la persona realiza los pagos correctamente, podría tener un impacto positivo, pero es importante recordar que los otros créditos que no ha pagado adecuadamente seguirán siendo considerados por los otorgantes de crédito. Si el nuevo crédito también se convierte en un incumplimiento, enviará una nueva señal negativa. Además, la persona debe tener en cuenta que el incumplimiento conlleva penalidades, como intereses moratorios.
¿Que se recomienda hacer ?
Podría ser más apropiado sugerir que esta persona dé prioridad a restaurar su historial crediticio, asegurándose de pagar puntualmente sus créditos y mantener una tendencia positiva en sus pagos. Luego, si su situación financiera lo permite, podría considerar solicitar un nuevo crédito.
Es importante tener en cuenta que tener experiencias crediticias variadas y cumplir con los pagos de manera responsable son aspectos clave. También es esencial utilizar los límites de crédito de forma responsable y mantener la capacidad de pago para futuros financiamientos.
Recordemos que todos los créditos activos tienen peso en el historial crediticio, incluso si no se utilizan. Por ejemplo, tener una tarjeta de crédito sin saldo pendiente indica que el titular tiene la capacidad de endeudarse hasta cierta cantidad.
Si la persona ya tiene demasiados créditos, sería recomendable cerrar algunos para recuperar la capacidad de pago y mejorar las posibilidades de obtener nuevos créditos.
En caso de enfrentar retrasos en los pagos, es esencial regularizar la situación, reducir el nivel de endeudamiento y seguir un camino financiero responsable para mejorar las posibilidades de acceso a nuevos créditos en el futuro.