El Registro Federal de Contribuyentes (RFC) en México suele generar preocupación entre muchos, ya que se asocia principalmente con el pago de impuestos y otros cargos. Sin embargo, es importante destacar que el RFC tiene un alcance más amplio y se utiliza en diversas gestiones y servicios cotidianos, no solo relacionados con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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¿Qué es el RFC? El Registro Federal de Contribuyentes (RFC) es un código único compuesto por números y letras que identifica a cada contribuyente, tanto personas físicas como morales, que realizan actividades económicas en México. Los últimos tres dígitos, conocidos como homoclave, se usan para diferenciar a individuos con iniciales y fechas de nacimiento similares.
El RFC también se refiere al registro que contiene la información de todas las personas mexicanas que podrían estar sujetas a pagar impuestos. Sin embargo, estar en esta base de datos del SAT no implica necesariamente tener que pagar impuestos, ya que solo aquellos que trabajan o generan ingresos están obligados a cumplir con sus obligaciones fiscales.
Es importante destacar que todas las personas mayores de 18 años en México tienen la obligación de registrarse ante el SAT y obtener su RFC.
Estos son los usos más comunes del RFC
Obtener empleo formal
Si buscas un trabajo formal, es altamente probable que la empresa que te contrate requiera tu RFC. En realidad, te pedirán que presentes una Constancia de Situación Fiscal, que contiene este dato junto con información como tu domicilio y tipo de contribuyente.
La razón detrás de la solicitud del RFC en nuevos empleos se relaciona con que los empleadores o empresas emiten facturas, también conocidas como comprobantes de nómina, que deben incluir los datos fiscales de sus trabajadores.
Obtener una tarjeta de crédito
Si estás buscando establecer tu historial crediticio, es fundamental contar con un RFC. Los bancos lo exigen como un requisito esencial para solicitar tarjetas de crédito y otros tipos de préstamos, ya que esta información se registra en el Buró de Crédito.
En ocasiones, también podrían pedirte este código del SAT al abrir una cuenta bancaria. Aunque no es un requisito para las cuentas más básicas, es posible que sea necesario si estás interesado en contratar algún producto financiero.
Adquirir un seguro o Afore
El RFC es un requisito común al contratar un seguro en la mayoría de las instituciones. Aunque algunas compañías no solicitan el RFC completo, otras sí lo hacen. En cualquier caso, es recomendable contar con él y poder proporcionarlo con la homoclave.
Por otro lado, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) también recopilan, entre otros datos, el RFC de sus clientes. Este se obtiene mediante una Constancia de Situación Fiscal, que debe presentarse al actualizar tu información personal con ellos.
Comprar un vehículo
Si tienes intención de adquirir un automóvil o motocicleta, será necesario que estés registrado en el Registro Federal de Contribuyentes. Aunque en algunos trámites pueden no pedirlo y generar la factura solo con los primeros caracteres de tu CURP, en la mayoría de las transacciones adecuadas te solicitarán una Constancia de Situación Fiscal.
Obtener una cédula profesional
Una de las situaciones más importantes en las que definitivamente necesitas estar registrado en el RFC es al obtener tu cédula profesional. Aunque la Secretaría de Educación Pública no te pide este código, debes realizar un trámite digital en su portal y, para ello, usarás tu e.firma.
La e.firma es una firma electrónica personal emitida por el SAT. Antes de obtenerla, el primer paso es contar con tu RFC. Por lo tanto, si estás cerca de graduarte, es recomendable que realices tu registro en Hacienda de manera anticipada.
¿Cómo obtener el RFC en el SAT?
Anteriormente, se podía obtener el RFC en línea, pero actualmente es un proceso que solo se puede realizar por primera vez en las oficinas del SAT. Para hacerlo, debes programar una cita y presentarte en persona ante el organismo.
Los documentos necesarios para llevar a cabo este trámite son:
- Identificación oficial.
- Clave Única de Registro de Población (CURP).
- Comprobante de domicilio.
Asegúrate de llevar estos documentos impresos el día de tu cita en el SAT. El proceso suele ser rápido y te permitirá obtener este documento útil.
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- Tramitar RFC por primera vez
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